domingo, 2 de septiembre de 2007

Antes que alguien más se robe el dominio

Da mucha verguenza ser cordobés, afuera festejan la lucha de dos facciones partidarias, ambas mediocres y ladronas.

Todos los empleados públicos que fueron desenmascarados antiguamente en esta misma dirección seguirán con sus acomodos y sus cargos, nada cambiará.

Pero por los menos ellos no pudieron sacar esta dirección, son tan lentos y estúpidos, que censuraron a mae y viveka, las amenazaron y las cansaron hasta este punto, pero no van a poder mostrar el trofeo del blog borrado.

En años de trabajo lo único que conseguirán es una jubilación de privilegio, y la mayoría ni eso.



Por si no pasaron por los crucificados, les dejo el último mail de mae:



https://www.blogger.com/comment.g?blogID=8496294623430395815&postID=6981045554493404180






Mae escribió:


Queridos lectores,


estoy enviando el último (y más largo!) de mis mensajes, para tranquilidad de muchos que no suman ni medio. Pues mientras ese placer les dure, vagarán en penumbras.



La triste conclusión a la que he llegado: en nuestro blog herimos los egos de personas que levantaron su propio pedestal de papel. ¿Realmente se engañan? ¿Realmente sellan sus ojos ante la verdad? Mariana Robles es el público de Pequeño Bambi, Pequeño Bambi es el público de Casa 13, Casa 13 el de Silvia Attwood, Silvia Attwood celebra a Biffarella, Biffarella a Héctor Rubio, Héctor Rubio a sí mismo y todos los demás. En alegre conjunto, están (mal)formando a sus sucesores.

Entonces ¿hace falta un Tittle-Tattle para demostrar que esta gente no tiene nada? ¿Que son un círculo vicioso de prole destalentada y/o injustamente acomodada y en su mayoría de formación lamentable?

Todos deben saber que durante los últimos días recibimos “advertencias” por correo electrónico. Se nos acusa de haber amenazado a personas y de haber publicado información que hiere la imagen pública de grandes figuras de la payasada local.

Nosotras ofrecimos el mejor espejo. Está en la capacidad de cada uno el sentido que toma la reacción a la imagen reflejada. Si fueron mediocres, trepadores, corruptos o egoístas con cada decisión que tomaron, en ustedes encontrarán la semilla de tanta fetidez. Dos anónimas soplaron el castillo de cartas que ustedes construyeron; la próxima vez prueben con roca sólida y años de sudor.



Algunos lectores comentaron al respecto y por supuesto nosotras jamás silenciaríamos su voz, digan lo que digan. Algunas personas nos sorprendieron con noticias alarmantes. Nunca dijimos estar de acuerdo con todo lo que los comentaristas anónimos escribieron, pues no contamos con las pruebas necesarias para apoyar tales acusaciones.

Evidencias para decir que Silvia Attwood no es escritora y que no encuentra sitio disponible en la sistemática del arte, sobran. Evidencias para decir que el Dr. Rubio es dueño de un saber envidiable y único en esta ciudad, también. Nosotras hablamos de algo muy puntual y no de su trayectoria; pero en comentarios anónimos se dijeron cosas horribles sobre su supuesto pasado.

No estamos en posición de negarlas ni de confirmarlas, pues no contamos con las evidencias y realmente escapa a nuestros alcances. Sería interesante que la gente que hizo esas acusaciones, eleve su voz a los organismos pertinentes.

Nuestras sentencias fueron opiniones. Todos somos libres de opinar en nuestros espacios y qué mejor que compartir nuestros pensamientos con los demás. Nuestro estilo no fue el más diplomático, pero tampoco merecemos ser coronadas como reinas de la crueldad. Cuidemos las distancias ante todo.



Participaron quienes leyeron voluntariamente, quienes comentaron, quienes nos enviaron mensajes de correo desde tierras lejanas (y que obviamente no se han aislado de lo que ocurre en Córdoba, digan lo que digan), quienes nos piratearon y quienes nos amenazan actualmente. Todos ellos sentirán nuestra ausencia.





Sin embargo algo diferente va a ocurrir. Innumerables lectores agradecen el impulso que hemos dado y confiamos plenamente en su criterio (sobre todo al contrastarlo con el de las bestias). Nosotras sí dominamos nuestros egos y es por eso que dejamos lugar a lo que ya funciona por sí mismo.



No todo el mundo es idiota. Mucha gente acude a instituciones oficiales en busca de lo que merece. Esas instituciones gran cantidad de veces ofrecen basura bajo el nombre de arte. ¿Alguien denunció a las autoridades el abuso de animales reales en esa gran obra zoofílica que se expuso en una institución PÚBLICA? ¿Sería fascista una madre que lleva a sus hijos a esa muestra, para encontrar que un pez vivo y real sale de la vagina de una persona?



El público no tuvo opción a elegir; leyó el mentiroso anuncio en el diario, se bañó, se cambió, tomó un taxi, llevó a los suyos en compañía. ¿Para qué? Para encontrar animalitos bajo brutal tratamiento, sin concepto contundente (lo que tampoco justifica TODO) y sin criterio. No soy Lita de Lázari, pero tampoco una soberana idiota.



'La gente' tampoco. La gente no tiene por qué callar. La prensa lustrabotas siempre ha dirigido el parecer general, pero veamos si meses de Tittle-Tattle no abrieron una nueva puerta. En respuesta a quienes intentan intimidarnos con discursos vulgares dignos de obesos mentales, lo siguiente:



Nos hemos asesorado con un prestigioso estudio de abogados amigos. Los ilustro con su sencillo diagnóstico. Considerando que somos Mae Zetterling, Viveka Lindht-Strassberg y Gaspard C. (boo-hoo!), que siempre publicamos desde diferentes cyber-cafés y que no existe regulación para internet en Argentina, van a tener que invertir su tiempo en algo más productivo.





Estudios de grado, quizás? Conseguir lo último de Marc Augé para adornar la biblioteca? En resumen: a huge bye-bye-kiss for your “great expectations”.



Nos retiramos para respetar la coherencia interna de nuestro trabajo y no en respuesta a sus amenazas.



Sabemos que ahora hay gente que no calla. Si con nuestros impuestos se mantienen espacios para justificar la mediocridad de pocos monigotes, no digamos “es lo que hay”. Córdoba es grande, fue vaciada pero tiene calidad e infraestructura para un gran cambio. No declarar que este pantano apesta no los hará mejores personas.



A los envidiosos: just keep it up. Nos divierten!







Kissey-kiss!







Mae, for the very last time.